Ferrata de Sorrosal (Broto)

   21 de Junio. Después de haber subido ayer a los picos del Infierno, bajamos del refugio de Bachimaña y nos vamos a Broto. Allí, buscamos alojamiento y lo encontramos en A Borda Felices, un albergue cómodo y que parece pensado para montañeros. Por una vez, voy a hacer propaganda, pues tanto el lugar como la dueña fueron muy agradables:

   http://www.abordafelices.com/


   Una vez instalados, y para pasar el ratico antes del chuletón, decidimos meternos en la ferrata de Sorrosal, que se adivina espectacular

Después de una corta aproximación por la orilla del río, llegamos a la cascada, y en unos momentos nos metemos en faena.

  Ganamos altura rápidamente por unos muros y terrazas herbosas. La ferrata está muy bien equipada y da gusto trepar por ella.

 Miguel le ha cogido gusto a eso de las ferratas... Tanto que la repetirá dentro de 6 días.

 Bonita vista de la cascada desde arriba

 Y aqui, una vista de la poza que hay antes de la última cascada.

 Coincidimos en la vía con una familia de navarros: padre, madre e hija. Creo recordar que me dijo que era la primera vez que se metía en una ferrata, y subía como si lo hubiese hecho toda la vida.

 
Vista del tramo previo a la entrada a la galería, con dos colegas trepando por él.

Al final del tramo previo a la entrada de la galería.

 La entrada a la galería


Y la salida de la galería. Y a partir de aquí, la ferrata sigue un tramo por dentro del barranco, bordeando las pozas. Un lugar precioso, al que afortunadamente accede poca gente.

 

  
 Con su puente tibetano y todo. Con el "caloret" que hacía, daban ganas de dejarse caere al agua...

Aqui un servidor con la familia Zunzarren detrás. ¡Un saludo desde aquí!

 Y aquí, ya en el tramo superior de la ferrata

 Magnífica vista de la cascada. A la izquierda, en una de las terrazas herbosas, se puede ver gente subiendo por la vía.

 Y ya cerca de la salida de la via.

 Unas vistas del valle de Ordesa desde el final de la ferrata

 Y una bonita vista de Broto.

Desde aqui, en unos 10 minutos nos ponemos de nuevo en el pueblo, donde nos espera una buena cervecita, la cena y un buen descanso.